La beca para desarrollar el trabajo de los jóvenes diseñadores creada por Anna Wintour – le CFDA/Vogue Fashion Fund – aclamó en noviembre 2012 la calidad de la marca de lujo The Elder Statesman y de la diseñadora de joyas Jennifer Meyer. El éxito de estas dos casas instaladas en Los Ángeles ponía fin a seis ediciones sucesivas ganadas por firmas neoyorquinas , marcando el principio de una nueva era para la megalópolis californiana. Poco antes, el estudio de diseño de Saint Laurent se mudó a Los Ángeles como lo deseaba su director artístico Hedi Slimane. Y Dior acabó su gira mundial en honor de su diseñador, Raf Simons, con una tienda efímera y un cóctel de lanzamiento en la prestigiosa boutique de lujo Maxfield.
Estos hechos, que pueden parecer anestésicos, coronan una evolución estilistica y comercial que empezó con el éxito mundial de Rick Owens. Entre 1994 y 2002 (año de su mudanza en París), el diseñador norteamericano enseña, con su estética gótica-grunge muy sofisticada , que una moda californiana existe. Otros siguen su ejemplo, con proposiciones totalmente distintas. Los vestidos glamour de Monique Lhuillier, los básicos de lujo de James Perse, las colecciones bohemias de Gregory Parkinson, esta marcas nacidas en California desarrollan poco a poco su business al nivel nacional, a lado de los gigantes neoyorquinos (Calvin Klein, Ralph Lauren, Donna Karan…).
Monique Lhuillier
Entre 2005 y 2006, dos jóvenas marcas emergen : la casa de costura arty Rodarte, fundada por las hermanas Mulleavy, y Brand of Outsiders, de Scott Sternberg, que empieza con una linea masculina preppy. La estética es fuerte, los vestidos de buena calidad, los diseñadores carismáticos : la prensa internacional se enamora de ellos. Band of Outsiders se vende en las más prestigiosas tiendas del mundo (hoy la marca cuenta más o menos 200 puntos de venta), las actrices y cantantes trendy lucen en Rodarte, y Anna Wintour protege estas dos marcas californianas. Motivadas por este impulso, otras firmas siguen hoy con éxito. A.L.C., fundada por la antigua estilista de las estrellas Andrea Lieberman, crece cada vez más. The Elder Statesman ha lanzado su segunda linea más barata y cuenta unos sesenta puntos de venta en el mundo. Y el más jóven, Greg Lauren, sobrino de Ralph Lauren, está distribuido en los famosos almacenes Barney’s en Nueva York, Dover Street Market en Londres y L’Eclaireur en Paris.
Rodarte
¿Por qué se observa la emergencia de esta nueva generación de diseñadores? Todo el mundo está de acuerdo : Internet. Rodeada por un deserto y un océano, el aisladamente geográfico de la ciudad, a seis horas de avión del centro neurálgico de la creación norteamericana, Nueva York, y mucho más de Europa, fue un obstáculo enorme a su auge. Con Internet, el lugar donde trabajamos ya no es un problema. Y, en Los Ángeles, los diseñadores han encontrado un lugar de inspiración inagotable : los paisajes, el espíritu cool californiano,… Se han liberado de la hiperactividad y de las presiones neoyorquinas. Los que empiezan benefician también de las tarifas inmobiliarias mucho más baratas que en otras capitales de la moda. «Aquí, tengo un estudio de casi 600m², jamás podré pagarme la misma superficie en Nueva York o en París», explica Andrea Lieberman. Sin tomar en cuenta la fuerte concentración de fabricas textil, representando más de un tercio de la producción de todo el país.
«Los Ángeles está en pleno renacimiento. Incluso si la ciudad sigue siendo glamour, se ha convertido hoy en la destinación privilegiada para las grandes marcas y los jóvenes diseñadores», explica Aslaug Magnusdottir, fundadora y ex-directora general de la tienda online de lujo Moda Operandi. Es también este nuevo entorno cultural que dan ganas a Isabel Marant de abrir un punto de venta en la capital del cine. Céline y Vanessa Bruno eligen también Los Ángeles para crecer y abrir nuevas tiendas. La ciudad californiana será el próximo objetivo de Sandro, Maje y Acne. Lugar de residencia de las fortunas del entertainment, rodeada por cuatro de las cinco ciudades del país con el ingreso medio más alto, vecina de la riquísima Silicon Valley y entrada principal en los Estados Unidos para Japón y Corea del Sur, la ciudad de Los Ángeles puede ser el nuevo Eldorado de la moda internacional.
By Ben – Modaddiction